Hermoso video papitos!!
EducaPreescolar
jueves, 3 de diciembre de 2015
Un elogio que motiva: es el que llega hasta el corazón
El elogio es más eficaz a la hora de motivar que un videojuego o una sesión de cine con amigos. Pero siempre que el elogio llegue al corazón y motive. Conseguir esto tiene un secreto:
Un buen elogio es el que describe el comportamiento positivo, el que es concreto y preciso, no el que valora de forma global. Es el que le dice a tu hijo qué hizo bien o que fue lo que te gustó.
Está bien: “Has hecho un buen trabajo”
Está muuucho mejor: “Tus deberes de matemáticas está muy bien hechos. Has cometido solo un error en las ecuaciones y la presentación es estupenda. ¡Felicidades!”
Está muuucho mejor: “Tus deberes de matemáticas está muy bien hechos. Has cometido solo un error en las ecuaciones y la presentación es estupenda. ¡Felicidades!”
Está bien: “¡Eres un campeón!”
Está muuucho mejor: “Has metido un gol impresionante. Ese pase ha sido decisivo para el equipo. ¡Genial!”
Está muuucho mejor: “Has metido un gol impresionante. Ese pase ha sido decisivo para el equipo. ¡Genial!”
Está bien: “Huy, qué castillo más bonito…”
Está muuucho mejor: “Este castillo de arena es muy grande y fuerte. Me gusta porque has conseguido hacerlo más grande que el anterior. Quizás aguantará más las olas…”
Está muuucho mejor: “Este castillo de arena es muy grande y fuerte. Me gusta porque has conseguido hacerlo más grande que el anterior. Quizás aguantará más las olas…”
No sirven todos los elogios. Un elogio eficaz es el que describe y da motivos, no el que adula.
Informacion recabada de:"la web de los mejores padres".
martes, 17 de noviembre de 2015
Juegos para fomentar la autoestima en los niños
Juegos que favorecen y fortalecen la autoestima en la infancia
1. Juego simbólico. El juego por excelencia, el jugar a ser o el juego de roles es el mejor juego para desarrollar habilidades personales y sociales, a la vez que aumenta la autoestima de los niños. Cualquier juego que implique ponerse en el lugar de otro y relacionarse con otras personas, reales o imaginarias, es una excelente oportunidad para fomentar la autoestima de nuestros niños. Aprovecha su juego para elogiar sus cualidades personales, sociales y emocionales.
2. Reparto de estrellas. Edad recomendada a partir de los 5 años, aunque podemos empezar un poco antes. Sentados en el suelo, en forma de círculo si somos muchos, por ejemplo papá, mamá, hermanos o un grupo de niños de la misma edad, diremos algo positivo a cada uno de los participantes a la vez que les otorgamos una estrella de papel o una pegatina. Lo de menos es la estrella ya que todos debemos acabar con el mismo número de ellas. Lo fundamental es pensar en lo que decimos a los demás, lo que nos dicen y lo que sentimos. Al finalizar el juego es importante que preguntemos qué es lo que más les ha gustado, lo que menos y cómo se han sentido a lo largo de la actividad.
3. Caja del tesoro oculto. Este juego se debe realizar con un grupo de niños (3-4 mínimo). Se trata una dinámica que permitirá que los niños descubran lo únicos y especiales que son. Dentro de una caja esconderemos un espejo. A los niños les explicaremos que dentro hay un tesoro único en el mundo, algo especial, maravilloso, algo irrepetible. Generaremos así expectativa. De uno en uno, abriremos la caja y pediremos que no diga nada a nadie. Cuando todos los niños hayan visto el tesoro pediremos que digan en voz alta qué es lo que han visto. Tras esto, les preguntaremos que digan en voz alta qué creen ellos que les hace únicos y especiales, personas irrepetibles y maravillosas.
Tibilí, el niño que no quería ir a la escuela.
Un cuento muy divertido en que se pueden apoyar cuando cursen a la primaria los peques!...
Y seguiría riéndose en la cama si no se cayera de sueño de tanto correr y jugar todo el día.
Un día, sin embargo, Tibilí deja de reírse:
Su mamá acaba de decirle que pronto tendrá que ir a la escuela.
Tibilí no quiere ir a la escuela.
No quiere estar encerrado en una clase, frente a una pizarra triste, triste como el aburrimiento.
Tibilí no necesita saber leer ni saber escribir.
Prefiere leer como su abuelo, no sobre el papel, sino en el cielo, donde, de día, canta el sol, y de noche, baila la luna.
Prefiere leer sobre la tierra roja del camino, donde miles de animales de todos los colores van y vienen arriba y abajo sin que nadie los obligue a ir a la escuela.
Tibilí no quiere cambiar su ropa roja tan bonita y tan alegre por un uniforme de un color tan soso que, si se sentara en la playa, lo podrían confundir con la arena y lo podrían pisar.
Por eso Tibilí está triste.
Pero ¿qué puede hacer para no tener que ir a la escuela?
Las lunas suceden a las lunas, y la escuela va a empezar pronto.
Le pregunta a Kumi, el murciélago, que medita colgado en su rama. Kumi le responde: –Cuando llegue el día de ir a la escuela, te acuestas y te retuerces, y dices que te duele la barriga.
Tibilí piensa que no podría fingir que tiene dolor de barriga todos los días. Además, a Tibilí no le gusta decir mentiras a su mamá.
Interroga a la araña Crope, que siempre lo sabe todo. Crope le dice: –Sólo veo una solución: ve a buscar el cofre de la sabiduría.
Está enterrado cerca del río, entre el papayo y el tamarindo. Sácalo con precaución, ábrelo y encontrarás lo que buscas.
Tibilí va corriendo hasta el río, escarba el suelo entre el papayo y el tamarindo. Nota un objeto muy duro y lo saca. Es un cofre. Intenta abrirlo, pero no lo consigue.
Ku-kut, la ave, le grita: –¿Qué haces, Tibilí? –Intento abrir el cofre de la sabiduría.–Es muy fácil. Sólo tienes que leer la placa que está debajo del cofre. Allí lo explica todo.
Tibilí le da la vuelta al cofre, baja la cabeza tristemente, y no dice nada. –¿Y ahora qué pasa?– dice la ave. –No sé leer.
–¿No sabes leer? ¡JA! ¡JA! ¡JA! ¡NO SABE LEER!, grita para que lo oiga todo el mundo. ¡NO SABE LEER!, repiten las aves. ¡NO SABE LEER!, responde el eco.
Tibilí vuelve a dejar el cofre en su escondite lo cubre con tierra y se va.
Cuando cree que las aves ya no lo pueden ver, echa a correr hasta llegar a su casa y le pregunta a su mamá: –¿Falta mucho para que empiece la escuela?
Papitos, Mamitas vale la pena leer!!
Algunas recomendaciones
La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre
para que se desarrolle.
María Montessori
· - Recuerda siempre que los niños aprenden de lo que les rodea.
Sé su mejor modelo.
· -Si criticas mucho a tu hijo, lo primero que aprenderá es
a juzgar.
· -En cambio, si lo elogias con regularidad, él aprenderá
a valorar.
· -¿Qué ocurre si le muestras hostilidad al niño? él aprenderá
a pelear.
· -Si se ridiculiza al niño de modo habitual, será una persona tímida.
· -Ayuda a que tu hijo crezca sintiéndose seguro a cada instante, será
entonces cuando aprenda a confiar en los demás.
· - Si desprecias a tu hijo niño con frecuencia,
se desarrollará un sentimiento muy negativo de culpa.
· - Propicia que tu hijo vea que sus ideas y opiniones son siempre
aceptadas, con ello conseguimos que se sientan bien ellos mismos.
· -Si el niño vive en una atmósfera donde se siente cuidado,
integrado, amado y necesario, aprenderá a encontrar amor
en el mundo.
· -No hables mal de tu niño/a, ni cuando está cerca,
ni cuando no lo está.
· - Concéntrate en que tu hijo está creciendo y desarrollándose de modo
óptimo, valora siempre lo de lo bueno del niño de tal manera que
no quede nunca lugar para lo malo.
· - Escucha siempre a tu hijo y respóndele
cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
· - Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Apóyalo.
Lo corregirá ahora o quizá un poco más adelante.
· -Debes estar dispuesto/a a ayudar a tu niño si busca algo, pero
debes también estar dispuesto a permitir que encuentre las cosas por sí
solo.
· -Cuando te dirijas a tu hijo, hazlo siempre
de la mejor manera. Ofrécele lo mejor que hay en ti mismo/a.
· - Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja entonces de buscar la
aprobación de los adultos a cada paso.
domingo, 25 de octubre de 2015
No es fácil ser niñ@ en un mundo adulto!
Hermoso video
Reflexión de un niño de preescolar
Papitos aquí les dejo un vínculo muy interesante sobre la reflexión de un niño de preescolar!
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